NUESTRAS PENSIONES
ORGANIZACIÓN SOCIAL DE MAYORES DE IZQUIERDAS
NUESTRAS PENSIONES
Ya están más que garantizadas y su futuro dependerá de nuestra respuesta ante esos enemigos que nos vienen diciendo que hay que salvarlas. Pero sabemos de sobra que se salvan a sí mismas.
Además, los mayores somos una fuerza electoral necesaria incluso para esos políticos que obedecen a quienes nos atacan. Sus contradicciones juegan a nuestro favor.
Nuestras pensiones son ya una parte de nuestra estructura económica y nadie las puede borrar. Se reduciría la “demanda final” llevando a la miseria a millones de gente que dependen directa e indirectamente de tan modestas retribuciones.
Los “contributivos”, que cotizaron durante años según la Ley, cobrarán su pensión en su debida proporción. En cuanto a los “no contributivos”, se vieron en situaciones difíciles de regularizar y tienen derecho a envejecer dignamente.
Si a pesar de lo recaudado por nuestro Sistema faltase dinero, para eso está el Presupuesto del Estado, como ya se hace en tantos países de Europa.
ANTECEDENTES
Hace un cuarto de siglo se firmó el Pacto de Toledo para garantizar la viabilidad de nuestras pensiones. Medida algo excepcional, pues no entendemos cómo las pensiones han de estar sometidas a pactos en vez de estar reguladas por una ley, como ocurre con la Sanidad, Educación, etc.
Además se creó el Fondo de Reserva o “hucha” del Sistema para poder hacer frente a los pagos en tiempos de vacas flacas. Era lo más saludable de las cuentas del Estado y estaba protegido por una Ley que obligaba a mantenerlo en forma de Deuda Pública propia y extranjera. Ello evitaba que cualquier irresponsable de una Administración creadora de tanto Déficit, cometiese más ligerezas.
Se llegaron a acumular 66.800 millones de euros en 2011. Pero, llegó el PP con su crisis, su baja de cotizaciones a trabajadores y empresarios y el aumento de pensionistas. Los ingresos bajaron, los gastos subieron y el déficit de la Seguridad Social fue minando el Sistema. Parecía que la estrategia previa de la derecha de hundirlo, se iba cumpliendo.
El fondo se fue reduciendo hasta tales mínimos que, para atender pagas extras y no dejarlo a cero, recurrieron a préstamos del Estado. ¿Cómo los han contabilizado? ¿Somos los pensionistas sus deudores? ¿Por qué no lo aclaran?
Nuestros enemigos son muchos: la Banca y demás Fondos de Inversión, sus medios de comunicación, los políticos de la derecha y muchos potentados. Recordemos a Solchaga, ministro felipista hoy bien acomodado, que en 1990 entre otros “aciertos” nos advirtió que para 2010 el Sistema de Pensiones habría ya quebrado. Pero, a pesar de tanto agorero de la derecha, aquí seguimos defendiendo nuestro sistema de reparto.
Ciertos “entendidos”, no dejan de proponer planes privados cuyo Sistema de Capitalización es todo un timo. Por ejemplo, supongamos que alguien gana unos 1.500 € mensuales y puede abonar a su plan privado 200 € al mes. En cuarenta años habrá acumulado, con intereses menos gastos de gestión, unos 100.000 €. que con una esperanza de vida a los 65 años de 20 más, le rentarían una paga mensual de 500 €. ¿Es aceptable? Algo así intentaron en aquel Chile de Pinochet y fue un fracaso absoluto. Esperemos no vernos jamás ante gobernantes de tal calaña.
Sin olvidar el agravio comparativo de la deducción fiscal favorable a las imposiciones privadas a estos planes, que en cambio no se les aplica a los trabajadores que cotizan al Sistema Público.
NUESTRAS PROPUESTAS
Llevamos muchos años planteándolas. El artículo 50 de la Constitución es tan ambiguo, que no especifica cada cuanto tiempo hay que actualizar las pensiones ni respecto a qué. Bastaría con especificar “cada año y de acuerdo con el IPC”. Pero ojo, que aun así seguiríamos igual de pobres, puesto que con ese aumento sólo recuperamos el poder adquisitivo del año anterior.
También resulta que si hay un incremento porcentual del PIB, o sea si el país aumenta su riqueza, de ello deberíamos también beneficiarnos los pensionistas. Bastaría con añadirnos una parte de esa mejora económica en cada una de nuestras revisiones anuales. Nuestra reivindicación es nueva, todavía no ha sido planteada por político alguno ni por las organizaciones de pensionistas. Creemos que esta iniciativa, si tiene éxito, hará que la riqueza generada cada año en el país vaya en parte también a los pensionistas, que tanto contribuyeron a crear las bases productivas en que nos movemos.
Otro cambio que exigimos, en línea con los países europeos, es que para poder cobrar no haya que cotizar un mínimo de 15 años. Si yo lo hago sólo durante 14 años, por ejemplo, pierdo todos mis derechos. ¿Quién se queda con mi dinero?. Hay que empezar a cobrar, aunque sea una cantidad reducida, a partir de los 5 años de cotización.
Pero estas reivindicaciones se quedarán en pataleos sin una mayoría parlamentaria que saque adelante las leyes que nos garanticen nuestros derechos.
No dependamos de un pacto, por toledano que sea, que no es una ley y que puede en cualquier momento romperse y dejarnos totalmente desprotegidos. Hay que implantar una Ley Orgánica de Pensiones que desarrolle plenamente el artículo 50 de nuestra Constitución:
EVITAR UN FUTURO INCIERTO
En el que nuestros enemigos serían los propietarios de nuestro Sistema Público de Pensiones y de muchas cosas más. Ellos saben bien que su guerra no la pueden ganar en dos años, pero sí en diez. Les basta con que la derecha siga gobernando, para ir destruyendo nuestro Sistema y su Fondo de Reserva continuando con las tácticas que acabamos de mencionar.
No nos engañemos creyendo que ya están apretadas todas las tuercas de la derecha. Cada poco tiempo, volverán a la carga obedeciendo a los ataques organizados por los poderes económicos nacionales como internacionales. Posibilidades tienen muchas y… que la suerte nos ampare si logran su estrategia. En cuanto a viudas, huérfanos, discapacitados, etc., cualquiera sabe la que también les espera.
Además, quienes carecen de la más mínima visión de futuro y planificación, y ni siquiera saben cómo va a acabar el año, aparentan preocuparse por nuestra Pirámide de Población a 30 o 40 años y su escenario económico.
CONSTRUIR UN FUTURO ESPERANZADOR
Este ciclo económico parece que ha tocado fondo y, en todo caso, no puede ser eterno. Al remontar creará más puestos de trabajo y traerá, si el gobierno responde, cotizaciones más positivas a la Seguridad Social con más superávit. De ello se beneficiaría de inmediato nuestro deteriorado Fondo de Reserva.
Pero no podemos conformarnos con eso. El dinero para las pensiones debería ser mucho más, ya que España solamente gasta aquí el 9% de su PIB, frente al 13% de la Unión Europea. El Presupuesto del Estado que debe atender también este derecho.
Además hay que exigir que se cumpla ese artículo 50 garantizando “la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”.
Nuestra lucha solidaria ha de ir más allá de las Pensiones. Hay que crear empleo digno y estable, reducir la jornada laboral para alcanzar eso de “trabajar menos para trabajar todos”, jubilarnos a los 60, defender lo público en sanidad, educación, residencias, etc. Implantar de una vez esa Reforma Fiscal que acabe con tanto fraude y desigualdades, recuperar una Banca Pública para planificar la economía y su industria, librarnos de especuladores y conseguir así un mundo más justo y feliz para todos.
Mayores de Izquierdas
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